9. El dragón, la decisión:

  

El Nº240, el Black Reaper, Haise Sasaki, Shironeki niño, Shironeki, Kuroneki y Kuroneki niño observan como el Rey Cíclope ha perdido.

Sin brazos y sin piernas, totalmente derrotado y rodeado por el escuadrón Oggai de quinx producidos en masa (100 niños a los que Furuta les había puesto el kagune de Rize), Kaneki es humillado por Furuta, quién se regodea de cómo Kaneki acaba cometiendo los mismos errores una y otra vez. Mientras tanto, en el magistral capítulo 144, vemos a todas las personalidades de Kaneki por primera vez reunidas, discutiendo cómo han acabado así y sobre todo, qué hacer para poder salir de ahí con vida. Es personalmente mi capítulo favorito del manga, pues da pie a un montón de interacciones sumamente entretenidas, tales como Shironeki y Black Reaper gritándose, Kuroneki ayudando al Nº240 a sentarse, o Haise Sasaki declarando que él no tiene nada que ver con ellos y que quiere recuperar su antigua vida. Finalmente todos dejan de lado sus diferencias y coinciden en una sola cosa, llegando a lo más profundo de Kaneki, a su personalidad más real, representada como un garabato:

«Quiero ver a Touka.«

Es en este momento cuando todas las personalidades se sintetizan en una sola, aportando todas sus experiencias y llegando a la conclusión que da nombre a este blog:

 

En esta página vemos en la parte de arriba los paneles que marcaron la transición de una personalidad a otra a lo largo del manga. Abajo vemos a Kaneki con una expresión muy similar a la de Eto, lo que no es de extrañar teniendo en cuenta que Kaneki tiene por costumbre asimilar gestos y características de otras personas, como su madre, Jason o Arima.

«No retrocederé. Iré hacia delante. Como un ciempiés.» 

El ciempiés tiene decenas de patas, y puede tropezarse con ellas, pero al final siempre sigue su camino. Precisamente de eso es de lo que va esta historia, de alguien que cometió decenas de fallos, pero siempre siguió hacia delante. Ese es Ken Kaneki, el ciempiés.

Usando solo su cabeza, Kaneki le arranca la cara a uno de los miembros del Oggai, consiguiendo algo de energía. A continuación, comienza a devorar uno a uno a los 100 niños, rompiendo definitivamente su credo de no atacar humanos (Recordemos que Hide al final sí que había sobrevivido). Ya no es el momento de ser débil, inocente e indeciso. Hay que mancharse las manos. Kaneki tiene algo que proteger y acabará con cualquier cosas que se ponga en su camino, incluso si eso involucra matar a una centena de niños que habían sido manipulados por Furuta.

 

Contra todo pronóstico, la lucha contra el Dragón se convirtió en el motivo por el que ghouls y humanos dejaron a lado sus diferencias, y los amigos de Kaneki tanto de un bando como del otro se centraron en sacarlo de esa estructura monstruosa. Un panel que me parece buenísimo es aquel en el que Nishiki, un ghoul, lamenta el hecho de que un monstruo como El Dragón esté destrozando todo afectará aún más negativamente a la visión del mundo sobre los ghouls. Entonces su novia le dice que ese monstruo es Kaneki, y Kaneki siempre se consideró un humano. Por lo tanto, el causante de ese desastre es un ser humano, y los ghouls… los ghouls son los que están ayudando a solucionarlo.

Desde dentro del Dragón, Kaneki volvió a imaginar a Rize (aunque queda la duda de si al estar Kaneki dentro de un monstruo que es literalmente el conjunto de cientos de kagunes de Rize algo de su personalidad pudo manifestarse), que lo acusó de haberse convertido en un asesino y lo presionó para que aceptase su culpabilidad por la muerte de tanta gente. Avergonzado, Kaneki le confiesa que todo lo que hizo fue para que alguien le quisiese y que eso fue lo que le llevó a esta situación. Rize le hace ver que ambos son en verdad muy similares, pero no duda en decirle que lo odia porque tras conocerlo ella acabó en las manos de Furuta, quién también había sido la persona que había tirado las vigas aquella fatídica noche con el fin de atraparla. Ella le pregunta a Kaneki si la odia, pero este le contesta que no ya que gracias a ella pudo conocer a gente a la que quiso de verdad, haciendo que todo valiese la pena. Tras esta conversación, Kaneki encara toda la muerte y destrucción que ha causado (simbolizado en el manga como atravesar un mar de cadáveres), siendo paralelamente rescatado de dentro del dragón por Touka.

«Tengo a gente que me quiere. A gente que cree que tuvo suerte por haberme conocido. Supongo que incluso ahora…no siento nada odio hacia ti. He encontrado la felicidad en mí vida.»